¿Estás decidiendo qué estudiar y no sabes cómo? En este artículo tienes todas las claves para decidir qué carrera estudiar. En estas fechas donde la urgencia apremia es importante seguir un plan de eficacia probada.
“¿Elegir qué carrera quiero estudiar ya? ¿Cómo? Si ni siquiera sé lo que quiero cenar esta noche”. Esta es la reacción de muchos estudiantes cuando alguien les pregunta qué quieren hacer con su futuro. Aunque para algunos es una pregunta fácil de responder, otros muchos suelen quedarse el blanco o dar un listado tan largo de posibles carreras o grados que elegir es ¡misión imposible! O eso parecía.
La toma de cualquier decisión, por difícil que sea, se hace más fácil si tenemos un plan de ataque. Estás de suerte porque este artículo contiene tu plan. Vamos a dividir esta decisión en tres partes más manejables, y verás cómo elegir deja de ser una misión imposible.
El proceso de elegir una carrera se divide en tres fases:
3 Fases para Elegir Carrera
Conócete a ti mismo: Quieres elegir unos estudios y eventualmente una carrera profesional que te van a gustar. Entonces, lo primero es tener claro qué cosas valoras en un trabajo, qué tipo de actividades te gustan, en qué ambiente de trabajo te sentirías más a gusto… En fin, independientemente de la carrera que escojas, ¿qué tipo de actividades te gustan hacer, dónde, en qué condiciones, y con quién?
Conoce tus opciones: Una vez que sepas el perfil de carrera y de trabajo que más te llenan de satisfacción, puedes empezar a buscar carreras que encajan en ese perfil. En esta fase del proceso, se trata de buscar el mayor número de opciones posibles. ¡No te limites! Seguramente descubrirás muchísimas opciones que ni siquiera sabías que existían.
Valora la oferta y decide: Ya con tu lista de posibles carreras en la mano, puedes empezar a valorarlas una por una. Puedes quedarte con las 2 ó 3 que más te convencen, y luego investigar dónde es mejor estudiarlas. Llegado hasta aquí, tomar la decisión final será mucho más fácil.
Ahora que dominas la teoría, ¡vamos a ponerla en práctica! Sigue leyendo para conocer las claves que te permitirán conocerte mejor, evaluar tus opciones, y decidir.
FASE 1: Conócete a ti mismo
Conocerte te ayudará a saber qué carreras o profesiones son mejor para ti. Suena a tópico, pero la verdad es que tu carácter, tus gustos e intereses son aspectos que uno debe analizar a la hora de escoger una carrera. Algunas cosas que debes tener en cuenta son:
Tu carácter. ¿Eres una persona abierta o introvertida? ¿Te gusta pensar o hacer? ¿Prefieres trabajar en equipo o a solas? ¿Te gusta estar rodeado de gente o prefieres pasar las horas delante de un ordenador? Conocer tus características personales te permitirá confrontarlas con las alternativas de estudios y profesiones que puedes escoger.
Tus fortalezas. Analízate desde la perspectiva de una empresa. ¿Cuáles son tus puntos fuertes? Tu habilidad con los números, tu capacidad de expresión… No pienses sólo en tus conocimientos técnicos. Igual de importantes son tus cualidades personales.
Tus debilidades. Trata de ver qué áreas deberías mejorar y qué aspectos podrían ser una barrera insalvable para una determinada carrera. Por ejemplo, si te mareas sólo al pensar en la sangre, Medicina no sería una buena opción para ti, ¿a qué no?
Piensa en qué asignaturas eres mejor. Quizás la historia es tu fuerte, o se te da muy bien pintar, o la química es una de tus asignaturas preferidas. Conocer en qué materias eres mejor te dará una pista sobre las carreras que te resultarán más fáciles o en las que podrías destacar.
Tus asignaturas hueso. Todos tenemos alguna materia donde cojeamos, se nos atraganta o sencillamente no somos tan buenos. Piensa cuál es la razón: ¿su dificultad o el poco entusiasmo que te despierta? Conocer tus debilidades te ayudará a depurar tus opciones. Si las matemáticas se te dan mal, podrías descartar las carreras de ciencias o técnicas.
Tus intereses y aficiones. Piensa qué es lo que más te atrae, con qué materias disfrutas más o qué te gusta hacer en tu tiempo libre. A veces detrás de una afición hay una posible carrera profesional. Analiza tus hobbies, pueden ser una fuente de inspiración.
Tus valores. Para ti qué es más importante: ¿ayudar a los demás, tener un trabajo de prestigio, ganar mucho dinero, tener mucho tiempo libre o hacer algo que te gusta? A la hora de elegir una carrera debes analizar cuáles son tus expectativas.
Tus pasiones. Piensa en los momentos en que te hayas sentido completamente dedicado a lo que estabas haciendo. Todos tenemos actividades a las que nos dedicamos con más energía o más entrega... cuando el mundo entero parece desaparecer y estamos totalmente volcados en lo que estamos haciendo, echar horas y más horas no es un problema. Intenta identificar si hay algún denominador común cuando eso te sucede.
Piensa cómo sería tu trabajo ideal. Unos no soportan los trabajos dentro de una oficina, otros no aguantan el estrés, algunos prefieren un trabajo en el que no tienen que viajar… Piensa qué tipo de trabajo te gustaría hacer.
Haz una lista de cada una de los puntos anteriores y puntúa del 1 al 10 tus cualidades, tus gustos, incluso las diferentes asignaturas que tienes ahora en tus estudios. Si por ejemplo, crees que una de tus mejores cualidades es la capacidad de comunicación, ponte un 9 en esta cualidad. Si crees que las matemáticas no son tu fuerte, podrías ponerte un 4. Una vez que tengas un listado donde puntúes diferentes aspectos de tus cualidades, gustos e intereses, podrás buscar más adelante carreras o profesiones donde sean importantes o convenientes los aspectos donde te has dado más nota.
Apóyate en algún test de evaluación. Hay tests que evalúan tus intereses y tu personalidad y sugieren carreras que podrían encajar bien contigo. Si te sientes un poco perdido respecto a dónde dirigir tu futuro, y te cuesta analizar tus intereses y gustos, pueden ser un recurso muy útil. Habla con tu orientador o investiga en Internet para hacer alguno de estos tests.
FASE 2: Conoce tus opciones
Hoy en día hay una oferta tan variada de estudios que la dificultad de elección también es mayor: una amplia gama de ciclos formativos, titulaciones universitarias, títulos extranjeros… Pero también significa que tienes mayores posibilidades de encontrar unos estudios que te encajen a la perfección. Para eso hay que conocer la oferta:
Prepárate para investigar. Hazte preguntas del siguiente tipo: ¿Estos estudios me gustarían? ¿Me veo estudiando esta carrera? ¿Para qué salidas laborales me preparan?
Busca más allá de titulaciones concretas. Nadie puede querer estudiar o ser aquello que no conoce. ¿Sabías que Medicina, seguida de Enfermería y Magisterio en Educación Infantil fueron en el curso pasado las carreras más demandadas por los estudiantes? Estas tres titulaciones nos resultan muy familiares a todos. No ocurre lo mismo con la titulación de Biotecnología o de Navegación Marítima, ¿verdad? Posiblemente esta sea una de las principales razones por las que a veces parece que todos queremos estudiar lo mismo. ¡Ojo! Asegúrate de que tienes una visión global de la oferta antes de elegir. Te sorprendería la gente que dice que habría estudiado otra cosa si hubiera contado con más información y la gente que deja o cambia de estudios, ¡más de un 20%! Sorprende, ¿no?
Habla con el orientador de tu colegio o instituto. Tu orientador está ahí para informarte y orientarte sobre todas las opciones que tienes. Es un valioso recurso que deberás aprovechar. Si te gustaría saber más sobre una carrera o simplemente te gustaría hablar con alguien sobre lo que te preocupa de tu futuro, adelante, llama a su puerta.
Aprovecha la experiencia de tus familiares y amigos. Utiliza tu red de contactos más cercanos para conseguir información de primera mano. Habla con tus padres, sus amigos y demás familiares para que te pongan en contacto con personas que se dedican a las carreras o profesiones que más te atraen. Parece complicado, pero la realidad es que a través de tus conocidos puedes conocer a mucha más gente de lo que imaginas. Según la teoría de los seis grados de separación cualquiera en el mundo puede estar conectado a cualquier otra persona en el planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cuatro intermediarios. ¡Increíble! ¿Verdad? Así que pregunta.
Busca información especializada. Una revista como Y AHORA QUÉ te da de golpe un montón de información sobre diferentes carreras o profesiones que quizá nunca antes te habías planteado. Hay otros muchos recursos que te pueden dar información. ¡Aprovéchalos!
Acércate a los centros o universidades que imparten los estudios que más te interesan. Habla con los estudiantes que estudian lo que tú quieres estudiar para saber cómo es la carrera. Respira el ambiente y aprovecha para preguntar a algún responsable de la institución todas las dudas que te surjan: sobre las materias, las instalaciones, las prácticas… y con toda la información que recopiles piensa qué centro te va a ayudar mejor a conseguir tus objetivos. Aunque en principio parezca que da igual estudiar una carrera en un sitio u otro porque es la misma, no da igual. Un porcentaje muy alto de estudiantes abandonan los estudios después del primer año, en bastantes ocasiones porque el centro en el que estudian no cumple con sus expectativas. Aunque siempre se puede rectificar, piensa que dedicar un poco de tiempo a investigar si la institución donde vas a estudiar encaja contigo, es una buena inversión.
Recopila la información sobre cada carrera que te atrae de manera sistemática: en qué consiste, duración, dificultad, salidas profesionales, centros donde puedes estudiarla... ¡No te quedes con dudas! Luego cuando estás intentando decidir, estos apuntes te serán muy útiles.
Compara las carreras que más te atraen. Puedes encontrar información en Internet, en tu instituto o en la biblioteca de tu barrio.
Investiga opciones que ni conocías. Abre tu mente e investiga también sobre carreras o estudios que desconocías y piensa qué te gusta o disgusta de ellos. Toma nota en un cuaderno de todos los pensamientos que te surjan de manera organizada para luego releerlos.
Curiosea en Internet. La verdad es que Internet es un recurso increíble para buscar todo tipo de información sobre carreras, empleos que te interesen y titulaciones universitarias que te pueden preparar para ellos. Tan sencillo como ir a tu buscador preferido, escribir el nombre de la carrera que te interesa y ver los resultados.
Visita las Ferias educativas. Por toda la geografía se celebran ferias educativas donde tienes la oportunidad de conocer en un mismo día una amplia gama de centros y universidades. Es una buena oportunidad para pedir información sobre las carreras profesionales para las que preparan sus estudios. Quizá descubres una carrera que te interesa y que nunca antes te habías planteado.
No te dejes influenciar por opiniones generales. A veces, sin darnos cuenta, nos dejamos influir por lo que hace un amigo, lo que piensan nuestros padres o experiencias que han tenido otras personas. Aunque es bueno escuchar a los demás, piensa que si a uno le ha ido bien o mal en una carrera es sólo un caso particular. Evita las generalizaciones.
Cuidado con las modas. Aunque parezca extraño, a veces por algo tan simple como una serie de televisión sucede que una determinada carrera se pone de moda y todo el mundo quiere hacerla. Analiza bien si se trata de una carrera que realmente quieres hacer.
FASE 3: Valora la oferta de carreras y decide
Imagina que ya has identificado tus gustos y objetivos, y que también has investigado un buen número de carreras profesionales que encajan con ellos. Con un poco de suerte, te has quedado con dos o tres carreras que te interesan. Ahora sólo tienes que encontrar las titulaciones y los centros que mejor te van a preparar. Estos son algunos de los puntos más importantes que deberías valorar:
Ya ves que para elegir una carrera sólo necesitas empezar a pensar en qué quieres hacer profesionalmente, y hacerte una idea de las carreras que te pueden gustar más. Es muy posible que a lo largo de tu camino profesional evolucionen algunos de tus gustos y objetivos. Pero si te has preparado un buen mapa a través de los ejercicios que recomendamos en este artículo, sabrás llegar a dónde quieras.
La duración de los estudios. Quizá tienes claro que quieres estudiar algo corto y que te permita entrar rápidamente en el mercado laboral o eres de los que quieren una carrera larga.
La dificultad de la carrera. Mientras a algunos estudiantes no les importa hacer una carrera que suponga mucho esfuerzo, otros buscan una titulación fácil de sacar. Piensa cuánto esfuerzo estás dispuesto a dedicar.
El enfoque de los estudios. Hay estudios que tienen un enfoque muy práctico, mientras que en otros predomina la teoría. Piensa qué tipo de estudios encajan más con tus intereses.
La importancia de los idiomas. Hoy en día, los idiomas son muy importantes para cualquier trabajo. Vivimos en un mundo globalizado y si no los dominamos pueden ser una barrera que habrá que superar. Evita que sea un obstáculo buscando unos estudios que te formen en este campo como una asignatura más.
Las salidas laborales. Cada carrera ofrece múltiples salidas laborales que a veces ni conocemos. Es importante tener una idea de todos los posibles trabajos que se pueden desempeñar antes de elegir.
La flexibilidad de la formación. Un punto a tener en cuenta es la diversidad de salidas que puede tener una determinada carrera. Cuanto más abra tu abanico de posibilidades, mejor para ti. Piensa que si no encuentras el trabajo más habitual, estarás preparado para hacer otro tipo de trabajos.
El coste. A veces podemos plantearnos una determinada carrera cuyo coste está por encima de nuestras posibilidades económicas. En ese caso, hay que analizar si nuestra familia puede realizar ese desembolso, o si podemos conseguir una beca o un préstamo de un banco.
Las prácticas. Hoy en día, las prácticas son una de las principales puertas de entrada al mercado laboral. Trata de escoger unos estudios que te aseguren una formación práctica.
La facilidad de encontrar un trabajo. Aunque el mercado es muy cambiante y nadie te puede garantizar un puesto de trabajo, es verdad que determinados estudios por su flexibilidad o alta preparación ofrecen más posibilidades de inserción laboral. Tenlo en cuenta. Es un factor que va a determinar el esfuerzo que tendrás que hacer para conseguir un puesto de trabajo.
El plan de estudios. En un principio parece que una carrera da igual donde se estudie, pero la realidad es que cambia muchísimo en función del programa académico de cada institución. Uno de los factores más importantes a la hora de elegir un centro es la calidad del programa académico que estás considerando. Te sugerimos no guiarte únicamente por la reputación del centro. Es importante investigar el programa específico de la titulación que quieres estudiar. No todos los programas de una misma universidad tendrán la misma calidad, ni la misma reputación en el mundo laboral.
El prestigio. Habla con estudiantes que lo están cursando, y también con personas del sector donde quieres trabajar. Tendrás una visión de cómo está valorada la institución que ofrece lo que tú quieres estudiar.
Pregúntate ¿qué estudios me ayudarán a conseguir lo que quiero? Dependiendo del trabajo que quieras conseguir te vendrá mejor tener una u otra formación. Por ejemplo, si quieres trabajar resolviendo problemas informáticos a usuarios de Internet, quizás no necesitas estudiar Ingeniería Informática, sino un ciclo formativo de esta rama. En cambio, si quieres desarrollar la implantación de un sistema de gestión empresarial, la carrera será tu mejor opción. Con todo ello, lo que quiero decir es que primero debes pensar en qué es lo que quieres y luego analizar si los diferentes estudios que vas conociendo te ayudarán a conseguirlo.
La filosofía, el profesorado, los recursos y organización de la institución educativa en la que te gustaría formarte, también es importante. Una vez que tengas claro qué tipo de estudios te interesan, este es un factor que debes tener muy en cuenta.
Tamaño y ubicación geográfica. Una vez hayas identificado uno o más planes de estudio que te satisfacen por su contenido, la elección final puede depender de factores como si prefieres una universidad grande o una pequeña, o su ubicación geográfica. Este último factor es determinante para muchos estudiantes. Por ejemplo, si en un futuro te gustaría vivir cerca de la playa, también es interesante escoger una institución educativa que esté cerca del mar. Harás amigos y contactos profesionales durante tus estudios que harán más fácil que encuentres trabajo allí una vez los finalices.
Elige el camino. Hay muchos caminos para llegar a desempeñar un trabajo que te interese, pero no todos son iguales de rápidos o amenos. Cuando hayas investigado a fondo tus opciones, será mucho más fácil encontrar una ruta que te guste.
Fuente: https://yaq.es/selectividad
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