El pensamiento crítico es una habilidad vital en la vida, no lo puede ser menos en las aulas, lo que se enseña en las mismas será lo que canalizarán nuestros jóvenes en el futuro. No se trata de una competencia que se adquiera al momento, sino que requiere de tiempo y experiencia. Así, se trata de una habilidad que cada año que pasa está más valorada en las escuelas de todo el mundo.
Pensar de forma crítica hace referencia al análisis y evaluación de manera objetiva y sistemática, mediante la consideración de múltiples perspectivas y evidencias. Campos como la tecnología, la ciencia, la política o los negocios son generadores de conflictos entre sus especialistas, por lo que será crucial disponer de habilidades de reflexión crítica para la resolución de problemas.
Fomentar el pensamiento crítico en las aulas de institutos puede ser una tarea desafiante, trabajando el debate como una de las principales fuerzas a la hora de potenciarlo, aunque también los métodos de enseñanza por proyectos o el uso de preguntas abiertas permiten un gran desarrollo en esta práctica. En el siguiente artículo analizaremos varios casos prácticos que pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar esta habilidad.
Un poco de pensamiento crítico histórico
En la antigüedad, reconocidos filósofos como son Sócrates o Platón remarcaron la importancia del pensamiento crítico y el diálogo con el objetivo de encontrar la verdad y la sabiduría. Concretamente, Sócrates fue conocido por su método de enseñanza basado en la pregunta y la discusión, que se centraba en la evaluación crítica de las ideas y la lógica.
Durante la Edad Media, la Iglesia Católica tuvo un gran poder y la educación se centraba en la teología. La enseñanza de la teología requería en cierta parte de la reflexión crítica, ya que los estudiantes tenían que obtener la capacidad de analizar los textos sagrados y aplicar la lógica y la razón para posterior interpretación.
En el Renacimiento, se produjo un cambio hacia un estatus mayor para el pensamiento crítico y la razón, y se comenzaron a desarrollar nuevas técnicas de enseñanza que fomentaban la observación, la experimentación y la lógica. Filósofos como Francis Bacon y René Descartes enfatizaron la importancia del juicio crítico y la observación empírica en la búsqueda del conocimiento.
Durante la Ilustración, Immanuel Kant y John Stuart Mill defendieron el pensamiento crítico como una herramienta para la emancipación y la libertad intelectual, proporcionando así por vez primera alas a los jóvenes que constantemente estaban damnificados a las decisiones que sus padres tomaban por ellos.
Como hemos podido observar en su evolución, en el mundo actual no podríamos vivir sin la reflexión crítica, una habilidad crucial a la hora de enfrentar los desafíos sociales, políticos y económicos que depara la vida.
Pensamiento crítico en la práctica
Llegamos a la parte en la que nos ponemos a pensar críticamente en la vida real. Las siguientes propuestas son prácticas que podemos ensayar en clase con nuestros alumnos en cualquier asignatura, ya sea historia, matemáticas o dibujo:
Análisis de noticias
El análisis de noticias es una excelente manera de desarrollar el pensamiento crítico, ya que implica evaluar y cuestionar la información presentada de manera objetiva y sistemática. Estos son los pasos que le puedes proponer a tus alumnos para reflexionar críticamente en este ámbito:
Identificar la fuente: Es importante conocer la fuente de la noticia para evaluar su credibilidad y objetividad, asegurando su fiabilidad y su respaldo en datos y hechos.
Evaluar la precisión de la información: Los detalles y las cifras deben ser certeros, hay que compararlos con las afirmaciones de otras fuentes de información.
Examinar los sesgos: pueden ser explícitos o implícitos. La clave es analizar como estas perspectivas pueden influir en la forma en la cual se presenta la información.
Analizar las implicaciones: No es noticia si no va dirigida a nadie, por lo tanto, es relevante evaluar los posibles impactos en los diferentes grupos sociales y en la sociedad general.
Elaborar preguntas: ¿Qué evidencia respalda las afirmaciones? ¿Hay algún otro punto de vista que no se haya presentado? ¿Qué información falta?
Debate de temas controvertidos
El debate permite conocer las diferentes perspectivas y argumentos que tienen las personas de nuestro alrededor, en base a la cual fundamos opiniones. Los estudiantes deben seguir los siguientes pasos para realizar un buen debate:
Proponer un tema: Debe ser relevante y actual, lo suficientemente amplio como para permitir una discusión en profundidad.
Recopilar información: Investigar las diferentes perspectivas y opiniones para comprender el tema de forma global.
Analizar los argumentos: Identificar los argumentos presentados de cada participante considerando los puntos fuertes y débiles de cada argumento.
Pedir pruebas adicionales: Si hay argumentos o afirmaciones que no están respaldados, se podrán pedir hechos adicionales para corroborarlos.
Conclusión bien fundada: Asegurarse de que las conclusiones estén respaldadas por la evidencia y la lógica, considerando cómo puede afectar a diferentes grupos y a la sociedad en general.
Análisis de anuncios publicitarios
Publicidad subliminal, mensajes ocultos, campañas mediáticas... A través de los anuncios pueden "colarnos" gran cantidad de información pendiente de evaluar y cuestionar. El joven del futuro debe estar preparado para su análisis crítico y para ello debe seguir los siguientes pasos:
Identificar a la audiencia: ¿Hacia quién va dirigido el anuncio? Hay que identificar estereotipos y prejuicios para averiguar como captan la atención del público.
Examinar el mensaje: Identificar las técnicas publicitarias utilizadas para evaluar como se presenta la información y cómo afectan a la percepción del consumidor.
Analiza las implicaciones: Evaluar si los mensajes presentados son socialmente responsables y considera cómo pueden afectar a la imagen del producto o marca.
Identifica los valores y las creencias: ¿Cómo se relacionan con la cultura y la sociedad? Analizar si los valores presentados son éticos y respetan la diversidad cultural.
Corroborar: Evaluar la veracidad de la información presentada y cómo se presenta en comparación con la realidad.
Juegos de rol
"Esto no es un juego..." como diría un famoso streamer. Encarnarte en las pieles de un personaje de ficción implica la toma de decisiones en tiempo real dentro de un mundo que, en ciertos casos, podría ser muy parecido al nuestro. Analizar las consecuencias de todas las posibles decisiones es algo que los estudiantes deben realizar para desarrollar su pensamiento crítico. Estos son los pasos a seguir:
Identificar el objetivo del juego: Antes de comenzar el juego, hay que asegurarse de comprender las reglas y establecer las expectativas, entendiendo cómo se evalúa el éxito.
Crear un personaje: Considerar cómo su personalidad, habilidades y atributos pueden afectar las decisiones que se toman durante el juego.
Analizar la situación: Analizar los diferentes factores que pueden influir en las decisiones que se toman, identificando los riesgos y las oportunidades.
Tomar decisiones fundadas: Evaluar las diferentes opciones y considerar cómo pueden afectar a los demás personajes y a la trama general del juego.
Reflexionar sobre los resultados: Plantear cómo se podrían haber hecho las cosas de manera diferente, cambiando su enfoque en el futuro. Reflexiona como mejorar identificando fortalezas y debilidades.
En definitiva, existen multitud de actividades muy llevaderas para los adolescentes de hoy en día, con las que pueden desarrollar su pensamiento crítico a la par que disfrutan del proceso. Esto se debe a que están aprendiendo en base a situaciones de la vida real y muchas de sus experiencias con estas prácticas pueden estar relacionadas con situaciones cotidianas.
Y no solo eso. Estos ejemplos, además de pensamiento crítico, permiten desarrollar la creatividad, como en el caso de los juegos de rol, la colaboración en el tema de los debates, o el funcionamiento de los medios de comunicación en el ámbito de la publicidad.
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