Un orientador educativo es una figura clave en cualquier instituto, por no decir que es el eje que sostiene a los alumnos para realizar sus labores de la forma más productiva. Esto es así debido a que todas las personas necesitan objetivos y algo que ganar para realizar cualquier tipo de tarea en su día a día. En este caso, el objetivo es el desarrollo personal y académico de los estudiantes.
Pero además, un buen orientador educativo debe tener la capacidad de innovar y de proponer nuevas formas de enseñanza y aprendizaje que permitan a los estudiantes alcanzar sus metas y desarrollar todo su potencial. Como bien sabemos, cada alumno posee de forma intrínseca un estilo de aprendizaje, pudiendo ser más visual (aprende con imágenes) o más kinestésico (aprendizaje a través del movimiento).
En este artículo, vamos a repasar las principales funciones que debe tener un orientador educativo para innovar en la educación y potenciar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.
Conocer a los estudiantes y sus necesidades
Uno de los primeros pasos que debe dar un orientador educativo para innovar en la educación es conocer bien a los estudiantes a los que va a ayudar. Pero para poder conocer a cada uno desde fuera, previamente los alumnos deben trabajar su autoconocimiento y descubrimiento personal. Los orientadores deben ser quienes fomenten estas tareas:
Reflexión
Desarrolla talleres para que los alumnos encuentren lugares tranquilos donde puedan estar a solas consigo mismos, sin distracciones, y dediquen unos minutos al día para reflexionar sobre su vida, tus emociones, tus pensamientos, tus sueños y tus metas.
Autopreguntas
Las preguntas sobre lo que les hace feliz y lo que les preocupa ayudan mucho. A veces, los estudiantes no son conscientes de sus propias necesidades y deseos porque no se han detenido a preguntarse qué quieren realmente.
Trabajo emocional
Las emociones son una fuente de información más valiosa para los estudiantes. Prepara una serie de situaciones que despierten diferentes emociones en cada uno de los alumnos, para que identifiquen sus necesidades.
Comportamientos
Fomenta a que los estudiantes analicen sus hábitos de vida, tanto los buenos como los malos. Con una visión global, tendrán la posibilidad de potenciar aún más los que les hacen bien y cambiar los que les aportan aspectos negativos.
Feedback
Existen ciertos aspectos que los estudiantes por sí mismos no son capaces de identificar. Por ello, deben trabajar la confianza en las personas de su entorno para clarificar y comprenderse de mejor forma a sí mismos.
Autocompasión
Que los estudiantes sean autocompasivos les ayudará a ser amables consigo mismos, a aceptar sus errores y a reconocer sus logros y sus fortalezas. Fomenta que se traten a sí mismos como tratarían a un amigo o familiar al que le tienen mucho cariño.
Una vez hayan terminado este proceso, llega el momento de intervenir por parte del orientador. Para ello, es importante establecer un diálogo cercano con ellos, y utilizar herramientas como cuestionarios, entrevistas y dinámicas de grupo para recopilar información relevante.
Fomentar la creatividad y la experimentación
Para innovar en la educación, es necesario fomentar la creatividad y la experimentación en el aula. Un orientador educativo puede colaborar con los docentes para diseñar proyectos y actividades que permitan a los estudiantes explorar nuevas formas de aprender y aplicar sus conocimientos en situaciones reales. Exponemos ejemplos de ello:
Aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo es una estrategia en la que los estudiantes trabajan en grupos para lograr una meta común. Esta metodología permite a los estudiantes aprender unos de otros y fomenta la participación activa.
Aprendizaje por proyectos
En el aprendizaje basado en proyectos, los estudiantes trabajan en proyectos de larga duración que les permiten investigar, explorar y aplicar conceptos y habilidades. Esta estrategia fomenta el pensamiento crítico y la creatividad, resolviendo problemas y tomando decisiones importantes para cumplir con el objetivo.
Aprendizaje fuera del aula
El aprendizaje fuera del aula implica llevar a los estudiantes a entornos diferentes al aula, como museos, parques temáticos o empresas de diferentes sectores. Esta estrategia les permite aprender de manera más activa, explorando y conociendo las necesidades del mundo real.
Aprendizaje personalizado
El aprendizaje personalizado implica adaptar el contenido y la metodología a las necesidades y habilidades de cada estudiante. Esto se puede lograr mediante el uso de tecnología educativa, como plataformas de aprendizaje en línea, que permiten a los estudiantes avanzar a su propio ritmo y recibir retroalimentación personalizada.
Aprendizaje por gamificación
El aprendizaje por gamificación utiliza juegos y simulaciones para enseñar conceptos y habilidades. Esta metodología fomenta la participación y la motivación de los estudiantes, ya que se divierten mientras aprenden.
Aprendizaje social y emocional
El aprendizaje social y emocional se centra en el desarrollo de habilidades como la empatía, la resolución de conflictos y la autoconciencia. Esta estrategia ayuda a los estudiantes a manejar sus emociones y a desarrollar relaciones positivas con los demás, lo que mejora su bienestar emocional y su rendimiento académico.
Promover el uso de herramientas digitales educativas
Un orientador educativo puede estar al tanto de las últimas tendencias y herramientas digitales, y colaborar con los docentes para integrarlas en el aula de forma efectiva. A continuación, mostramos las principales:
Herramientas de aprendizaje en línea
Moodle o Canvas, permiten a los estudiantes y profesores acceder a los materiales de clase y realizar actividades de aprendizaje en línea, lo que facilita la comunicación, el seguimiento y el feedback.
Herramientas de colaboración en línea
Google Drive, OneDrive o Dropbox permiten a los estudiantes y profesores compartir y colaborar en documentos, presentaciones, hojas de cálculo y otros proyectos en línea, lo que mejora la colaboración y el trabajo en equipo entre los participantes.
Herramientas de videoconferencia
Zoom, Google Meet o Skype permiten a los profesores y estudiantes interactuar en tiempo real, sin importar la distancia física. Esto puede mejorar la accesibilidad a la educación y la participación para llevar a cabo presentaciones o exponer opiniones en clase (el alumno se encuentra en un espacio de mayor confianza, como puede ser su casa).
Herramientas de juegos educativos
Los juegos educativos, como Kahoot, Quizlet o BrainPOP, pueden ser una forma divertida y efectiva de enseñar y reforzar conceptos y habilidades. Además, fomentan la motivación y el compromiso de los estudiantes.
Herramientas de educación masiva en línea
Las plataformas como Coursera, edX o Udacity ofrecen cursos en línea masivos y gratuitos de universidades de todo el mundo, lo que mejora la accesibilidad a la educación y permite a los estudiantes aprender a su propio ritmo.
Acompañar a los estudiantes en su desarrollo personal y académico
Por último, un orientador educativo debe acompañar a los estudiantes en su desarrollo personal y académico, y brindarles el apoyo que necesiten para superar las dificultades y alcanzar sus metas. Esto implica estar disponible para escucharlos cuando lo necesiten, ofrecerles orientación en la toma de decisiones importantes, y colaborar con los docentes y los familiares para establecer planes de acción personalizados.
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